Primero exploró la importancia del ‘valor’ en su historia de vida. Conozca esta unidad de indagación.

Los objetos cuentan historias y las historias componen lo que somos. Esa fue la idea central de la unidad de indagación final de primero A, llamada ‘El círculo de la vida’, que buscaba comprender e indagar sobre el concepto de ‘valor’. 

La idea fue que los niños pudieran expresar y argumentar ciertas vivencias, “empezamos haciendo una provocación, una experiencia en la que los chicos pudieran sentirse cercanos a todo y, parte de ese todo era yo como profesora, que no sintieran que estaba lejos sino cercana a través de mi historia, una historia que se narraba a través de objetos que para mí eran importantes, porque tenían un gran recuerdo”, asegura Patricia Sánchez, profesora de primero A.

Y así fue esta actividad de provocación, los estudiantes experimentaron en un espacio oscuro, con poca iluminación, repleto de objetos expuestos en círculo, objetos que para la profesora eran valiosos e importantes y que contaban una historia. En ese espacio, además, se proyectaban imágenes familiares de la docente, ¿qué eran esos objetos y qué significaban?

Hubo algunas reflexiones iniciales como la de Juan David Rangel que dijo “Teacher Pato ya sé que es esto… las cosas que pasaron antes que nosotros naciéramos” o la de Luciana Díaz, “siento felicidad porque te vi hace muchos años y no sabía que eso había pasado”.

Luego de esa experiencia se fue dando forma a lo que sería la unidad y se comenzó a hablar del valor y las cosas que cuentan una historia, “para empezar lo hicimos con los recuerdos, los momentos valiosos y objetos valiosos”, asegura la docente. 

Los estudiantes trajeron la historia de un recuerdo, pero no era cualquier vivencia, era del recuerdo más valioso para ellos, “debían traer una foto y fue muy linda la experiencia porque para ellos era la forma de conocer sobre su historia, de traer recuerdos valiosos al presente, como el aprender a escribir con sus papás o unas vacaciones familiares llenas de algunas anécdotas”.

Este primer proceso les permitió reconocer esas historias de vida de los demás, entender que no son los únicos, si no que sus compañeros también tenían algo que contar y, que es a partir de esas experiencias que ellos han construido sus historias de vida, lo que son. 

Los niños a lo largo de esta unidad fueron capaces de decir en palabras qué era el valor para ellos y a partir de sus verbalizaciones explica la docente “nos dimos cuenta de que sí atravesaron por todas las líneas de indagación y que tuvieron en cuenta todos los conceptos a parte del transdisciplinar que era el ‘valor’, como: ‘conexión’, ‘perspectiva’ y ‘responsabilidad’; que también iban acompañados del concepto de ‘identidad’ y ‘relaciones’”.

Para la muestra final de la unidad, nuestros estudiantes de primero quisieron involucrar a sus familias, para que ellos vivieran de primera mano la experiencia que ellos también experimentaron. 

El día de la muestra los padres entraron en un espacio oscuro ambientado con los objetos que para los niños tenían más valor y las narraciones con las  historias de dicho objeto. “Todo fue creado por los chicos, ese día tal cual como ellos, los padres experimentaron ese ambiente y debían reconocer cuál objeto e historia pertenecía a su hijo”. 

“Lo más hermoso de este proceso fue ver cómo los padres conocían cuáles eran esos recuerdos que sus hijos atesoraban. Eso hizo que fuera un espacio de unión familiar, donde se consolidó ese aprendizaje significativo”, concluye Patricia.

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