Cultivando vida y conexión: La experiencia de siembra de árboles en grado 5º

miniatura siembra arboles

Recientemente, nuestros estudiantes de grado 5º participaron en una experiencia profundamente transformadora: la siembra de árboles en la vereda Santa Inés, en el municipio de Yumbo. Con el acompañamiento de ingenieros de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), esta iniciativa fue concebida como una acción social para conectar a los niños con la comunidad y fomentar un compromiso real con la naturaleza y el medio ambiente.

La unidad de indagación y el compromiso ambiental

Esta actividad se enmarca en la unidad de indagación de este periodo, liderada por la homeroom teacher Mavis Mabel Monterrosa, enfocada en el medio ambiente y las situaciones globales que enfrenta nuestro planeta. “Los estudiantes han explorado temas como los tratados internacionales, incluyendo la COP 16, y las acciones que delegaciones de todo el mundo, así como el Ministerio de Ambiente de Colombia, están implementando para preservar y conservar los recursos naturales. Desde la protección del agua y la tierra hasta la lucha contra la deforestación en la Amazonía, estos temas han sido estudiados desde diferentes perspectivas en las asignaturas de Ciencias, Sociales e Inglés”, nos cuenta Mavis Mabel Monterrosa, homeroom teacher de 5b.

La conexión entre el aprendizaje en el aula y una actividad práctica como la siembra de árboles permitió a los estudiantes profundizar su comprensión del impacto que sus acciones tienen en el mundo.

Reflexión y atención plena con la siembra de árboles

Antes de iniciar la siembra, los estudiantes participaron en una sesión de mindfulness guiada por María Alejandra Riascos, encargada de esta área, en la que cerraron los ojos, respiraron profundamente y agradecieron el entorno que los rodeaba. Este ejercicio fue una oportunidad para conectar con la naturaleza de manera significativa y reconocer el propósito de la actividad: retribuir algo a la Tierra.

Al finalizar la jornada, los niños formaron un círculo para compartir una palabra que describiera su experiencia. “Las respuestas fueron variadas y llenas de significado, reflejando lo que vivieron: ‘gratificante’, ‘feliz’,’recreación verde’, ‘fuimos a plantar vida’. Una de las frases más destacadas fue: ‘Si queremos hacer algo grande, lo más importante es el esfuerzo con el que lo hacemos porque es ahí que se genera el impacto’. Estas palabras, surgidas directamente de los estudiantes, muestran la profundidad de su reflexión y el impacto duradero de la actividad.

mindfulness y siembra de árboles

Siembra de árboles: colaboración y compromiso comunitario

La actividad de siembra no solo fortaleció la relación de los niños con la naturaleza, sino que también promovió el trabajo colaborativo. Estudiantes de grado 12 participaron como guías y mentores, como parte de sus proyectos comunitarios CAS, brindando apoyo y compartiendo su experiencia con los estudiantes de primaria. Este intercambio intergeneracional destacó el sentido de comunidad y compromiso que el colegio busca cultivar.

Estudiantes de grado 12 participaron como guías y mentores, en la siembra de árboles

Además, varios de los árboles sembrados recibieron un nombre especial por parte de los estudiantes, lo que simboliza su conexión personal y compromiso con la actividad. “Algunos los llamaron Wall-E, Arenita y Pinky Romero, reflejando la creatividad y el cariño con el que asumieron esta tarea”, añade la docente.

De la experiencia de siembra de árboles al aula a una reflexión permanente

La siembra de árboles en Santa Inés fue mucho más que una actividad ambiental. Fue una experiencia integral de aprendizaje que les permitió a nuestros estudiantes experimentar, reflexionar y actuar como agentes de cambio. Al conectar la teoría con la práctica, se reafirmó la importancia de cuidar y proteger el entorno, pero sobre todo, se generó un impacto duradero en sus corazones y en la comunidad.

Este tipo de experiencias son fundamentales para formar ciudadanos conscientes, comprometidos y capaces de valorar cada pequeño esfuerzo que construye un cambio grande y significativo. La salida pedagógica no solo les enseñó a sembrar vida, sino a hacerlo con propósito y dedicación, reafirmando el poder que tienen para transformar su entorno.

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