Vladimir Olarte: de personero de Cañaverales a líder de proyectos a nivel global
Vladimir Olarte se graduó en 1997, en la quinta promoción del colegio, y aunque han pasado varios años desde entonces, no olvida que fue el primer personero por elección popular que tuvo Cañaverales y que gracias a la formación en liderazgo que recibió en esa época ha coordinado grandes proyectos y equipos en Colombia, Brasil, China y Sudáfrica.
Estudió negocios internacionales en la Icesi, al mismo tiempo se vinculó a dos iniciativas de la universidad: una en la que se promovía que los jóvenes se lanzaran a la política, y la otra social, haciendo parte de AIESEC, organización de jóvenes que desarrolla la generación de líderes y los conecta con aliados corporativos y ONGs.
“En AIESEC seguí desarrollando la inquietud y las habilidades de liderazgo adquiridas en el colegio y gracias a esto visité alrededor de 25 países y logré la presidencia nacional de la organización cuando estaba finalizando mi carrera”, cuenta Vladimir, quien asegura que esta experiencia le permitió ir a Hong Kong, China, como pasante de la compañía Invest Hong Kong (el ProColombia de China). Su labor inicial consistió en diseñar e implementar la primera iniciativa de promoción y atracción de empresas latinoamericanas a crear operaciones en esta ciudad, un año después fue nombrado consultor principal de Latinoamérica.
Vladimir considera que una de las claves para desenvolverse asertivamente a nivel internacional fue el manejo del inglés, aprendizaje adquirido en Cañaverales International School.
Colombia, Brasil y Sudáfrica
El haber trabajado con algunas empresas brasileras en Hong Kong lo motivó a conocer este país, porque quería aprender portugués y trabajar en el ‘gigante latinoamericano’. Nuevamente fue como pasante, pero terminó escalando y quedándose cuatro años en la empresa Kaiser Associates Latin, en São Paulo, organización que luego lo envió a Sudáfrica por seis meses como consultor sénior para ayudarle al ministerio de transporte de esa región a formular su plan de desarrollo de aeropuertos por 10 años.
“Gracias a esta experiencia, me apasioné por el desarrollo económico y decidí presentarme a una de las mejores universidades del mundo: la Universidad de Columbia en Nueva York. Quería estudiar con gente ‘tesa’ y aprender de ella. Así que hice mi maestría en administración en políticas públicas con enfoque en desarrollo económico”, cuenta Vladimir.
Al terminar la carrera, Vladimir tuvo la oportunidad de regresar a Colombia a trabajar como director nacional del ICBF. “Fue un sueño cumplido, porque venía de hacer estrategia empresarial y desarrollo económico y de repente comencé a trabajar con temas sociales y de mitigación de pobreza. Un reto grande y bonito con el que entendí lo difícil que es el servicio público en Colombia, pero que a pesar de eso tiene personas que se preocupan por hacer muy bien su labor”.
A mediados del 2013, después de haber trabajado un poco más de un año en el ICBF, Vladimir se trasladó nuevamente a Brasil con su familia para vincularse a Impact Hub, una organización que apoya a emprendedores y pequeñas empresas orientadas a negocios con impacto social y ambiental. Durante tres años lideró la estrategia de crecimiento global de la empresa y luego, decidió hacer lo mismo, pero creando su propia organización.
Hoy, Vladimir es el fundador, socio director y consultor sénior de la firma de servicios de banca de inversión y consultoría estratégica SDCompass, en São Paulo, Brasil. Allí “ayudamos a levantar capital accionario, financiación con entidades bancarias, a crecer negocios de energía renovables y ayudamos a desarrollar mercados”, explica.
Este egresado Cañaveralino está convencido de que nada es fijo en la vida y que las habilidades, la inteligencia, la condición económica en la que nacimos no son fijas, “todo eso se puede alterar si uno persigue los sueños y si estamos en una actitud de aprender y mejorar constantemente. Por eso es importante que las nuevas generaciones aprovechen las cosas que les llama la atención o los talentos que descubren, y aprovechen el Colegio para explorarlos, trabajando con otros y sirviendo a los amigos, a la comunidad, a la ciudad y el país”, concluye.