Andrea López, egresada 2011, encontró en la cocina la manera de ayudar a otros y hoy es manager de una reconocida panadería francesa en Bogotá
Andrea López Arias es egresada Cañaverales 2011. Desde que se graduó estaba convencida de que quería ayudar a otros en su vida y esa búsqueda la llevó a encontrar en la gastronomía la manera de ser creativa, ponerle pasión a lo que hace y servir a los demás.
Hoy, Andrea López es manager de dos puntos de una panadería francesa en Bogotá y está convencida de que no solo las carreras tradicionales aseguran el éxito en las personas. Ella contribuyó en el crecimiento de Mistral, la panadería donde trabaja. Creó un nuevo departamento, tiene a cargo a más de 20 empleados y se apalanca del inglés para comunicarse con sus clientes, que son en un 85% extranjeros.
Hablamos con ella para conocer más sobre su trayectoria, su rol de líder y cómo las lenguas han sido una herramienta para su desarrollo profesional. Esto fue lo que nos contó.
¿Cuál ha sido tu recorrido después de graduarte de Cañaverales?, ¿qué estudiaste?, ¿dónde has trabajado?
Cuando me gradué, tenía claro que me quería dedicar a algo creativo; pero también me gustaba servir a los demás, entonces estaba entre medicina y diseño. Finalmente decidí estudiar diseño industrial en Bogotá.
Pero me di cuenta que el target al que le estaba apuntando no era, y no me visualizaba en ello. Hice una pausa, y en medio del proceso me di cuenta que la cocina me había gustado siempre.
En el Colegio preparaba brownies y galletas, incluso, cuando estaba estudiando diseño y sentía que las cosas no fluían despejaba mi mente cocinando.
Así fui viendo mi camino y entendí que por medio de la gastronomía puedo explotar mi creatividad al 100%, porque esto es crear y crear. Además, puedo aplicar toda esa voluntad que tengo por servir a los demás de una manera diferente a lo que tenía en mi cabeza.
Estudié en Cocinarte en Cali, es una gran escuela de cocina porque exploran la parte creativa, te enseñan de administración de empresas, de eventos y demás.
Cuando terminé, hice mi práctica en el Club Colombia, trabajé en Ananda y después entré a la panadería y pastelería Krost Bakery, en Bogotá. Así incursioné más en este campo y comencé en una empresa muy grande de pastelería en la capital llamada Toledo, con más de 12 puntos de venta.
¿Dónde trabajas actualmente y cuáles han sido los logros más importantes que has obtenido allí?
Hace cuatro años trabajo en una panadería francesa que se llama Mistral en Bogotá. Llegué cuando tenía un mes de abierto y un solo punto de venta; me encargué de estructurar el departamento de operaciones, que es lo más importante de un restaurante: servicio al cliente, cocina, calidad del producto, campañas, facturación y bebidas.
Hoy, soy manager de dos puntos de venta y me sigo dedicando a la operación, pero siempre estoy creando. Ese ha sido uno de los mayores logros, crear sin tener que estar de lleno en la cocina, trabajar con personas de todas las edades y liderar equipos de más de 20 personas.
¿Consideras que Cañaverales aportó a tu vida personal y laboral? ¿Cómo?
Cañaverales me aportó unas bases increíbles porque me construyó y formó como la persona que debo ser éticamente, me ayudó a ser estricta y perseverante.
Profesionalmente me dio un gran idioma como es el inglés y me ha servido porque el 85% de las personas con las que me relaciono (clientes) son extranjeros.
Además, siento que lo aprendido en el Colegio me dio herramientas muy buenas porque cuando salí a estudiar una carrera sabía de todo un poco.
En cuanto al tema personal, conservo todos mis amigos del Colegio. En conjunto hemos crecido profesionalmente y nos seguimos apoyando desde nuestros diferentes campos.
¿Qué consejos le darías a los estudiantes Cañaverales de acuerdo con tu experiencia?
Les diría a los estudiantes que se la gocen, que valoren cada segundo del Colegio, que conserven a ese amigo que tienen al lado y hagan un esfuerzo por tener amistades bonitas.
También, que no se dejen llevar por la sociedad, por lo que han impuesto que es una carrera o no, que se dejen llevar por lo que los apasiona. Si no son buenos en matemáticas, pero son buenísimo en música o en arte, investiguen y encuentren a qué se pueden dedicar el resto de su vida, sin descuidar las otras materias.
Para que cuando pasen 10 años de haberse graduado, miren hacia atrás y recuerden lo bonito del Colegio, la decisión que tomaron y las personas que acompañaron ese proceso de saber quiénes son.
Yo, por ejemplo, me levanto todos los días feliz, con ganas de ir a trabajar, porque siento que no es un trabajo, sino que voy a desarrollar mi pasión. Quiero llegar a muchas personas para que prueben lo que hago, para ayudarles de múltiples formas.
“Agradezco que, en mi proceso en Cañaverales, me tuvieron fe en artes, en escenografía y me dieron la oportunidad de hacer murales y de pintar. Creo que por eso tuve muy marcada esa vena creativa y agradezco mucho que a pesar de ser un Colegio donde también es muy importante física o matemáticas, no dejan de lado materias como música y arte”.
Felicitamos a Andrea López Arias por desarrollar su labor con pasión y aprovechar las herramientas adquiridas en su etapa escolar y profesional para aportar a otros y a sí misma a través de la cocina. ¡Estamos orgullosos de nuestros egresados!
También invitamos a nuestros demás egresados para que compartan su historia con toda la comunidad.